¿Sorprendido?
Qué pensabas, ¿que iba a ir siempre hacia el mismo lado eh?...
Se trata de la noria o rueda caótica de Lorenz, que la cual se usa para demostrar su postulado del "efecto mariposa".
El aparentemente sencillo comportamiento de tan simple sistema mecánico se transforma en sorprendentemente complicado cuando el suministro de agua supera al deseado y por los vasos de la noria no se desagua lo suficiente para superar la fricción y seguir con su movimiento y velocidad uniforme. Aquí tenéis un ejemplo gráfico por si no lo habéis pillado:
La velocidad de la noria aumenta y los vasos no se llenan por igual con lo cual llegará un momento que el peso de los vasos que faltan por llenarse vencerá la fricción y la rueda comenzará a girar en sentido contrario y seguirá repitiéndose este proceso de cambio de sentido pero sin una pauta determinada ni predecible. Tanto podrá cambiar 5 veces en 10 minutos como estar otros 10 minutos sin cambiar o cambiar 5 veces en los 3 minutos siguientes.
A este fenómeno se le denomina "movimiento caótico". También se obtuvieron gráficas caóticas:
Otro buen ejemplo aquí. Lo entenderás mejor si sabes algo de inglés.
Y aquí viene la pregunta del millón: Si la ciencia no ha encontrado explicación lógica a estos fenómenos, ¿no será la filosofía la que posea la respuesta?
Podemos realizar un análisis exhaustivo, pongamos el ejemplo de que accionamos la rueda pero la paramos antes de que cambie de sentido. Entonces preguntamos a los filósofos más importantes de la Historia. ¿que contestaría cada uno de ellos? ¿Afirmarían la continuidad del movimiento? ¿Reaccionarían con un cambio de sentido? ¿O aceptarían una situación impredecible?:
· Para empezar, Sócrates terminaría por determinar un sentido, ya que el contraste de opinión pública sólo reflejaría un sentido lineal además de lógico, por lo que se terminaría por determinar la dirección en un sentido (ya fuera manteniéndolo o cambiando, sólo depende de las opiniones).
· Esto se vería reflejado mínimamente en Platón, pero una vez desarrollada su teoría de las ideas expondría una impredecibilidad ante la cuestión por su concepción separada del mundo de las ideas del de las cosas (que está en constante cambio). A pesar de todo incluiría la pequeña posibilidad de un conocimiento a través del alma, ya sea usando el mitos con "conocer es recordar" o el logos con "el alma posee conceptos innatos que se descubren a lo largo de la vida".
· Este movimiento caótico casa perfectamente con la maldición de Parménides "todo movimiento es el paso del no ser al ser". De ahí que el conocimiento es inviable, por lo que literalmente no se puede conocer por ser algo ilógico. No puede entender un paso cambio completo porque, si las ideas cambian nunca se puede llegar a ellas.
· Dicha maldición sería posteriormente contrarrestada por Aristóteles, siguiendo los postulados sobre el paso de la potencia al acto. Se desarrollaría un movimiento sublunar con el entendimiento agente, del que se obtendrían patrones. Sin embargo, este proceso de abstracción de ideas, estos patrones nunca llegarán a ser generales por ser caóticos, así que nunca se podría pasar a desarrollarlas con el entendimiento agente para captar su sentido. Por lo tanto su respuesta no puede ser definitiva. En caso de que la diera, sería arbitraria de concepción azarosa.
· Ahora pasamos a la Edad Media, rompiendo esquemas y adentrándonos en la religión:
En primer lugar, San Agustín nos daría una solución dependiente de Dios basada en la teoría del alma de Platón. Nos ofrecería una solución proveniente del "conocer es recordar" por lo que la rueda giraría, pero en caso de que cambiara de sentido se atribuiría el mérito al deseo de Dios.
· Sin embargo, Santo Tomás de Aquino la marcaría de impredecible desde el principio por ser la voluntad de Dios. Protegería la posibilidad de razonar una respuesta pero teniendo claro que no se puede llegar a conocer de verdad porque, como demuestra en sus famosas cinco vías, no se puede conocer la causa última dado que Dios es el primer motor o motor inmóvil.
· Diametralmente opuesto a esto último encontramos a Guillermo de Ockham que, aun basándose en la experiencia, requiere la aceptación de la existencia de Dios y del conocimiento intuitivo sin necesidad de demostración. Se basa en el contingentismo (el fenómeno puede darse tal vez sí, tal vez no) con lo que su postura sería la impredecible, sin probabilidades.
· Llega el método científico (hay que ver lo que avanza la ciencia) y con él lo hace Descartes, que lo aplica a la Filosofía por entero. Siguiendo las reglas, probamos la evidencia de la experiencia. ¿Acaso se percibe de manera clara y distinta? Claramente no, se aplica entonces la regla del análisis. Se subdidive entonces esta experiencia en conceptos evidentes, y se pasa a aplicar la regla de la síntesis. Con ella obtendríamos la respuesta de la continuación y/o del cambio de sentido, pero al probarlo con la regla de la enumeración compleja se cae el castillo de naipes, dado que no tiene sentido por su carácter impredecibe. El autor toma en un primer momento la respuesta de la uniformidad del movimiento para luego retomar la posición de que el caso es impredecible. Ahora bien, podría aplicarse aunque sin demostración la teoría del genio maligno o el argumento ontológico (aunque con mucha menos fuerza).
· Para contrastar tenemos el cerrado empirismo de David Hume. Al basarse en los sentidos, considera las ideas como recuerdos de las impresiones (ideas evidentes de los sentidos). Así pues busca las ideas en las que se basa el fenómeno, e intenta relacionarlas con el fenómeno a través de la existencia de Dios, estableciéndose una correlación entre el mundo de las ideas y el de las cosas en la que Dios actúa de puente. De este modo, si se basa en el ocasionalismo, podría aceptar las tres respuestas o una sóla, ya que se eligiera lo que se hiciera, o Dios terminaría haciendo que la escogiéramos o haría real la que hubiéramos escogido.
· Pasamos a la filosofía contemporánea (¡tu vida no volverá a ser lo mismo después de esto!) con Kant. Según su libro "Crítica de la razón pura", los movimientos lógicos y racionales son considerados como movimiento válido, por lo que, en un primer momento y siguiendo el método científico, eligiría la opción de un movimiento uniforme. Pero tras su teoría del giro copernicano, la cosa cambia un poco. A pesar de la explicación de la influencia del alma, Kant se pierde en el racionalismo del método científico, que queda limitado. La diálectica le dejaría, por tanto, al igual que Descartes. Primero propondría una uniformidad sin cambios advirtiendo que puede cambiar de sentido por la influencia de Dios o el Alma.
· Pero tiempo más tarde aparece nuestro amigo Karl Marx que, basándose en Hegel e influido por Kant, expone una concepción de la Historia como desarrollo de etapas creadas por la contraposición de ideas. Ahí se refleja un conocimento como mediación para la transformación del mundo o como herramienta para conseguir los objetivos. Marx no rechaza tampoco el empirismo de Hume pero tampoco el racionalismo de Kant. Simplemente posee una concepción en la que la información de los sentidos no nos ofrece la esencia del elemento o idea, sino que debemos deducirla. Puede ser, por lo tanto, que su respuesta fuera la uniformidad o el cambio de sentido, pero nunca la inpredicibilidad del fenómeno por su concepción del argé, en el que todo fenómeno tiene una esencia.
· Pasamos, como complemento a Marx, al prestigioso e inigualable Nietzsche. Según Nietzsche no hay en realidad, ninguna semejanza ni afinidad previa entre el conocimiento y esas cosas que sería necesario conocer. Sólo existe un único mundo material del cambio y del devenir, que no se desarrolla al margen del cuerpo y de la sensibilidad, sino
tomando al cuerpo y a la sensibilidad como verdaderos vehículos de conocimiento.
Por lo tanto la respuesta de Nietzsche sería la predecible, bien fuera la uniforme o la de cambio de sentido, sería lógica y empirista.
· Para finalizar el temario (están todos los autores más importantes de la Historia de la Filosofía) comprobamos la respuesta de Ortega y Gasset. Desarrollando su teoría del raciovitalismo, podemos exponer un hombre racional basado en conceptos irracionales innatos (influencia de Kant, Descartes, Hume y Nietzsche), que obtendría la respuesta de la impredicibilidad por ser imposible afirmar tanto la uniformidad como el cambio de sentido.
Espero que os haya parecido interesante, aunque sea el vídeo.
© by lamateporunyogur, IES Europa Ponferrada (León)
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